Si quisiéramos obtener imágenes en la película radiográfica con tan sólo los efectos de los rayos X la dosis de radiación que tendríamos que dar al paciente sería muy elevada así que para que esto no ocurra se utilizan pantallas de refuerzo. Las pantallas de refuerzo actúan como sistemas que transforman la energía de radiación en energía luminosa. De esta forma la energía luminosa emitida será la responsable del ennegrecimiento de las sales de plata que forman la película radiográfica. Así que las estructuras más densas aparecerán de color blanca y las estructuras menos densas se verán más oscuras (grisáceas o negras).
La pantalla es una lámina flexible de material plástico cuyo tamaño coincide con el de la película.
Lo más habitual es utilizar una película de doble emulsión situada entre dos pantallas intensificadoras, una anterior y otra posterior, estando el conjunto contenido en el interior de una casete o chasis.
Las pantallas intensificadoras suelen tener cuatro capas. Capa protectora fluorescente, reflectante y base.
Las pantallas intensificadoras se diferencian por su velocidad. Según este, podemos clasificar a las pantallas en:
Pantallas lentas o de baja velocidad, son pantallas de alta resolución ya que la imagen que producen se caracteriza por una menor borrosidad y un menor moteado cuántico.
Su principal utilización es en el diagnóstico de estructuras de partes blandas como la mama para mejorar el detalle
Pantallas de velocidad normal, ofrecen imagen de buena calidad y buena definición, son de las más utilizadas en radiografía, se emplean mucho en tórax y abdomen.
Pantallas rápidas o de alta velocidad. se caracterizan por que, al utilizar un tamaño grande de crista fluorescente frente a la ventaja de una disminución de la exposición y dosis del paciente, se van a obtener unas imágenes más borrosas y con más moteado cuántico o ruido. Esto supone una peor visión de los detalles.
Por todo lo descrito es muy importante el uso de las pantallas intensificadoras ya que podremos reducir los factores de exposición, por lo tanto las dosis de radiación que recibe el paciente se reducirá considerablemente para obtener una densidad de radiación suficiente, ya que será mayor el número de rayos x captados y convertidos en luz visible.
Aunque una desventaja de su uso es la disminución de la resolución en comparación con las películas de exposición directa.
Si quisiéramos observar estructuras a mayor detalle cono es el caso de las mamografías y que requieran un mayor poder de resolución utilizaremos una sola pantalla en contacto con la cara de la película que tiene emulsión.
Así que antes tomar una radiografía es importante que se tengan en consideración todos estos puntos para hacer un uso adecuado de la radiación y su aprovechamiento sea al máximo para lograr las imágenes esperadas y con buena calidad.
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